A
poco que lean este blog, se darán cuenta de dos cosas: leo mucho y leo de todo.
He decidido reseñar este libro de poesía porque es de los que más me ha
impresionado últimamente.
Esta
obra del genial autor mexicano gira en torno a dos conceptos: el sueño y la
muerte. La poesía se sitúa a caballo entre los mundos oníricos y la
ambientación oscura. No obstante, Villaurrutia nos propone, más que exaltar la
muerte, la reafirmación de la vida en una constante búsqueda de la
identificación de sí mismo y del resto. Estos textos describen el amor platónico
del poeta por la muerte como un ser, no del hecho de morir. El autor realiza
una serie de aportaciones estilísticas, en cuanto al uso de metáforas y figuras
retóricas, que le dieron una nueva dimensión estética a la poesía mexicana del
siglo XX, convirtiendo este libro en una de las obras más importantes del
género.
Sinopsis:
"¡Qué
prueba de la existencia
habrá mayor que la suerte
de estar viviendo sin verte
y muriendo en tu presencia!
Esta lúcida conciencia
de amar a lo nunca visto
y de esperar lo imprevisto;
este caer sin llegar
es la angustia de pensar
que puesto que muero existo."
habrá mayor que la suerte
de estar viviendo sin verte
y muriendo en tu presencia!
Esta lúcida conciencia
de amar a lo nunca visto
y de esperar lo imprevisto;
este caer sin llegar
es la angustia de pensar
que puesto que muero existo."
Xavier
Villaurrutia González (1903-1950)
fué un escritor mexicano que cultivó los géneros de poesía, crítica literaria y
dramaturgia. Tras su paso por el Colegio Francés de la Ciudad de México y la
Escuela Nacional Preparatoria comenzó estudios superiores de derecho, que luego
abandonó para dedicarse por completo a las letras. Cursó estudios de teatro en
el Departamento de Bellas Artes para luego, becado por la Fundación Rockefeller,
estudiar arte dramático en la Universidad de Yale, en Estados Unidos.
Formó parte del grupo llamado Los contemporáneos y fue miembro fundador
de la revista Contemporáneos.
Dirigió, junto con Salvador Novo, la revista Ulises y junto con Rafael López Pérez, Barandal.
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